viernes, 15 de febrero de 2019

Esta es la última vez que os recordaré...


Os hago saber que esta será la última vez que os recuerde. Pienso olvidaros.
Estas letras están dedicadas a personas sin alma, sin bondad y con la miseria más grande que existe: el egoísmo. La pobreza más ruin de nuestro siglo.
Ha sido difícil el engranaje en estos meses. Tuve que mandar a un lugar muy profundo lo que me dolía. Mi desesperación y mi humanidad. Fingí mi cura. 
Os informo, que ese gesto de mis labios, no era felicidad. No eran sonrisas con belleza. Esas os la hubiera entregado, al poco tiempo, sin interpretación, pero no me disteis la oportunidad. 
Triste actriz, marioneta de idiotas sin corazón. Desgraciados espectadores.
Y es que una vez jugué a guardar mi pena, me sentí más integrada, más valorada. Bendita receta del positivismo y todas esas palabras inventadas, resilencia de una psicología barata sin alma…
Pues bien, os hago conocedores de la realidad: 
Mientras dormíais, yo lloraba.
Mientras hablabais de mi negatividad, yo cubría con otra lámina de acero mi corazón.
Cuando estabais al abrigo de una conversación, yo vagaba por unas calles extrañas en la más absoluta soledad.
Sabed que he sido consciente de mi desventaja y mi no pertenencia. Adultos sin valores. 
Estoy segura de que vosotros también guardáis vuestras miserias, para no enseñar y disimular, vuestra fragilidad. 
Sabed que no es un honor entrar en ese club de élite sin principios. Sois piezas de Lladró únicas, con la presión de ser. Con el miedo a caer. Con el miedo que da pasar a estar en mi lugar. Con el miedo a desmontaros en mil pedazos. Presos de vuestro propio maltrato. Una torpeza os transforma, de pieza de arte a basura.
Sabed que hoy pertenezco, tal y como soy. A los míos. Recibo sonrisas y el arropo más inmenso que añoré. Me siento más querida que nunca y valoro lo que tengo. Millonaria de cariño. Inmensamente agradecida. Hoy me calienta el sol más bonito del mundo. 

A tí, que estás en mi vida…me he prometido, que te valoraré por hechos, no por palabras… te cuidaré más en los momentos malos que en los buenos. Estar a la altura o simplemente estar...no te fallaré. Cueste lo que cueste.

Sabed que esta es la última vez que os recordaré, y lo único que puedo asegurar, es lo que ya decía vuestro compatriota, creador del principito: 

He visto humanos, pero no he visto humanidad.






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