domingo, 3 de febrero de 2019

En la más absoluta soledad

Con una sonrisa en la cara...
Con las ilusiones rotas y soñando con otras...
Con toda una vida por delante.

La creyeron fuerte. Le dieron más de lo que pudo soportar.  
Su vida se tambaleaba. No lloraba.  
No delante de todos...

Crecerás, decían. 
Te harás más fuerte, juraban.
Aprenderás, rezaban.

Y un día, en la más absoluta soledad, ella no pudo mirar más al horizonte. 
Negro, doloroso. Sin esperanza. 
Decidió no continuar...

Nadie entendió por qué lo hizo... 

Y una voz, a lo lejos, les respondía...

¿Acaso unos ojos tristes no imploran consuelo?
¿No sonreír no es sinónimo de: ayúdame?
¿Un suspiro no te habla y te dice...no puedo más?

Escondí mi dolor cuanto pude, porque sentía que mi tristeza os alejaba.
Escondí mi pena, recogí mis pedazos rotos y me los llevé...
Allí, donde me escuchaban, a ese lugar secreto donde era simplemente yo.
Allí, donde podía llorar sin que nadie me hiciese parar...

Y hallé más soledad de la que puedas imaginar.
Más dolor del que se puede sentir.

Y después de todo... Paz...






No hay comentarios:

Publicar un comentario