sábado, 25 de mayo de 2019

Mi persona favorita

Todo.
Tus sentencias con frases. El refranero español. Las historias del Marraque, de Pechina, de tus padres. De la guerra y de cuando te casaste.
Tus cocidos puestos a las ocho de la mañana. El arroz con patatas y las migas con uvas.
La carne con tomate y las patatas fritas más buenas del mundo.

El vaso de leche que me dabas estando dormida. El cortijo y sus aromas a Albahaca. A hierbabuena.
Lavarme en la pila de la cuadra. El jazmín, los geranios y tus manos para las plantas.

Regar de noche, con el relojero. Ponerme las botas de agua del abuelo.
Llamarte para contarte algo. Tus tentáculos que llegaban hasta Francia. O donde quiera que yo me encontrase.
Las velas mágicas que todo lo arreglaban...

Todo. Echo de menos todo de tí...

Nos dedicaste tu vida. Y así, casi como una hormiguita, fuiste guardando...
Las sábanas y las toallas. El ajuar que abrazo y que nos seca las lágrimas.
Las monedas de doscientas pesetas que coleccionabas y que nos dabas. Una vez al año. En las fiestas. Para los coches de choques.
Lo que nos cosías; si te gustaba. Sino...lo perdías o alargabas...
Estar siempre ahí. Aunque no lo mereciésemos, aunque nos enfadásemos.
Discutir por todo. Por nada. Decirnos guapas.
Y ese "vida mía" que me enternecía el alma...

Cuanto daría, por llamarte una última vez... aunque me colgaras sin decir adiós.
Saber que estás bien, a través de tu voz.

Decirte tanto...como que te quiero infinito...
Cogerte la mano. Mirarte a los ojos y gritarte: GRACIAS. Porque has hecho inmensas, seis letras maravillosas. Cuatro vocales y dos consonantes que encierran el amor más incondicional e inolvidable del mundo: ABUELA. Qué bonita palabra y cuanto duele pronunciarla después de este ocho de marzo. 


Nos hacías volver a sentirnos pequeños. Niños. Por la protección con la que nos tratabas. Por dar. Porque podíamos estar perdidos, pero a lo lejos, siempre una luz nos hacía ver el camino. La misma luz que se transformaba en pilar, en bastón. De hierro, de hormigón. Y que nos sostenía...

No estoy muy segura de que hayamos estado a tu altura.

Pero una cosa sí te digo: Siéntete muy orgullosa. No faltó nadie en tu despedida...
Fuiste protagonista sin nosotros querer.
Ese día, un pellizquito de dolor, cruzó muchos más corazones de los que te puedas imaginar...
Y en la iglesia, no cabía nadie más...

Seis grandes guerreros te escoltaron todas las horas del día y de la noche. Tus hermanos.
Nosotros también formamos parte de ese ejército. Por descontado.
Familia, amigos y vecinos. No pudo haber mejor final. Si es que hay algo bueno en todo esto...

Cuanta tristeza nos dejaste...pero nos queda el consuelo de saber que otro ángel te enseñará a volar.
Que por primera vez en mucho tiempo podrás andar y lo más importante, que nada te duele ya...
Podrás ser una mandona desde allí arriba.
A partir de ahora, nada es aleatorio. Todo tendrá tu firma.

Nosotros estamos aprendiendo. A echarte de menos sin que duela. A sonreir, sabiéndote feliz y con poderes mágicos. Te pedimos favores a diario, para que agites tu barita y se hagan realidad.
A partir de ahora todo irá bien. Te dedico mi vida, mis triunfos y mis alegrías.Y nunca, JAMÁS, te voy a olvidar. Serás parte de mí, hasta el último de mis días.

No se puede estar más orgulloso en este mundo. Es un privilegio ser la nieta de Indalo "El Jopo" y de Isabel "la del Roque" Bendita aleación. Benditos seáis los dos.

Nos volveremos a ver. Hasta entonces...cuídate y cuídame. Y nunca olvides, que eres, fuiste y siempre serás....

Mi persona favorita.





No hay comentarios:

Publicar un comentario